Artículo del Mes – Febrero 2009

:: ¿CONTINUIDAD?… ¿QUÉ CONTINUIDAD?

Los fans de la saga aún nos tiramos de los pelos por el descalabro a nivel argumental que supuso la ausencia de las bios en MK Armageddon (2006). En Midway se dieron cuenta demasiado tarde y publicaron 17 bios con las que intentaron explicar el panorama general de Armageddon (cada bio, además de narrar la historia en el juego del personaje en cuestión, también dejaba constancia de sus interacciones con otros personajes del juego que no tenían Bio).

En el momento que vimos que no habría más Bios, montamos en cólera, preguntándonos cómo demonios pretendían explicar la presencia de personajes muertos en la historia juegos atrás en la actualidad. No lo hicieron, así que tu explicación de dónde estuvo Stryker durante MK4 hasta Deception es tan buena como la mía. Fue una verdadera patada en nuestro orgullo de fan… que todavía tienen que solucionar (no, MK vs. DCU no lo ha reparado).

Siendo realistas, la saga tampoco se ha caracterizado en el pasado por un excesivo celo sobre su propia coherencia o continuidad. Mirando MK1 vemos cómo Raiden era un Dios vanidoso que participaba en el torneo para que los dioses tomaran control sobre él… para que en MK2 Raiden se convirtiera en mentor de los guerreros de La Tierra. Sobre qué juego es torneo y cual es una batalla, también tiene mucho para debatir ¡porque ellos llaman a un mismo juego torneo o batalla contradiciéndose a sí mismos! Y si contamos el número de muertos que fueron resucitados o los presumiblemente muertos que resulta que estaban vivos finalmente, la cosa es de risa.

¿Por qué pedimos tanto a la historia, entonces? La respuesta está en MK Deadly Alliance (2002) y MK Deception (2004), que fueron títulos que, a nivel argumental, aportaron muchísimo a la mitología de Mortal Kombat y explicaban muchos interrogantes del pasado, además de continuar con criterio y coherencia la historia del juego. Dejaron el listón tan alto que los siguientes juegos han tenido bastante complicado el igualarlo.

Pero no hay tan mal ejemplo de continuidad como MK Shaolin Monks (2005). Nos dijeron a los fans que respetarían escrupulosamente la continuidad con el resto de la saga, que habían contratado a un guionista de comics para que escribiera la historia y no hubiera errores y el resultado fue bastante mediocre. Empezando por la invasión tarkata, que se producía mientras Liu Kang aún peleaba en la isla de Shang Tsung y no después de la entrega de medallas de chocolate de Raiden. Cambiando la explicación del rejuvenecimiento de Shang Tsung: antes era Shao Kahn quien con su magia le regalaba juventud para que estuviera mejor preparado contra Liu Kang, ahora las muertes de personajes por parte de Liu Kang y Kung Lao eran las que alimentaron el catálogo de almas del hechicero, olvidando que tras MK2 viene MK3 y esos personajes están vivos aún. Justo se cargan a los que deben estar vivos para salir en MK3 (o UMK3) y a la que deben mostrar morir, Mileena, se escapa. El final con Quan Chi encontrando el amuleto (que ya tenía desde MK Mythologies) cuando Shao Kahn es derrotado y con el aspecto de MKDA… es demasiado. Pero luego viene Ed Boon diciendo que hay muchos eventos de la mitología que no conocemos… entonces ¿para qué está el juego? ¿Para crear más confusión y saltarse lo establecido? Eso no es aceptable.

¿Qué nos deparan futuros juegos? Viendo como el propio guionista principal de la historia en MKDA, MKD y MKA, John Vogel, decía que sus compañeros del MK Team “no leen mucho la historia del juego”, la verdad es que esta situación se comprende. Por mucho que él haga presión para ser coherentes, si el resto no hace caso, o incluso se toman la historia a risa, pues no hay mucho que hacer salvo rezar a Raiden que no la caguen mucho para la próxima. Pero aquí seguiremos nosotros para quejarnos, que no os quepa duda.