La Alianza: Fic Interactivo
-Ehh Cedric ¿Seguro que escoger el portal jugando “piedra, papel o tijera” fue una buena idea?
-Vamos Blest, tú querías ir por uno, yo por otro. Era la forma más imparcial de escogerlo.
-Hmm… quizás tengas razón.
Era un lugar extraño en el que nos veíamos parados, no más raro que el lugar en el que nos encontrábamos antes, simplemente extraño a su manera. Tan pronto cruzamos el portal aparecimos en este espacio gélido y vacío. Totalmente escaso de fauna o flora, no había ni un alma (literalmente, por ahora). Una brisa glacial rompía en nuestras caras, haciendo que entrecerráramos nuestros ojos y habláramos casi gritando debido al fuerte sonido del viento.
Caminamos por horas con los brazos cruzados por el frío, tratando de ocultar nuestras pisadas sobre la blanda nieve en caso de que hubiese algún enemigo cerca.
Mientras vagábamos, como siempre pasábamos el tiempo charlando de cualquier cosa, ya nos habíamos convertido en buenos amigos y pues casi uno se sabía la vida del otro. Las bajas temperaturas no fueron tanto problema para nosotros, Blestang tenía el amuleto del fuego y por mi parte ya estaba acostumbrado a cualquier tipo de clima debido a mis poderes.
-Si estuviéramos en un lugar normal, hace tiempo hubiera acabado con esta maldita tormenta. –Dije sintiéndome algo inútil.
-Ya lo dijo Uriel, y yo a ti mil veces, que el clima de aquí es diferente.
-Yo sé, pero no lo hace menos frustrante. Además me gustaría saber qué rayos es “aquí”. Estoy empezando a pensar que escogimos el portal equivocado.
-No lo creo… Por ahora podemos confirmar que es una de las tres zonas en decadencia, de eso no hay duda. Y tomando en cuenta que estuvimos ya en el Earthrealm, pues solo quedarían Edenia y Orderrealm como opciones. Pero analizando el estado en que…
-Ayy ya cállate enano, me perdí después de “No lo creo”… -Nos reímos un poco, pero era la verdad, el cansancio no me dejaba ni pensar bien.
Poco a poco que íbamos progresando en el camino, la temperatura empezó a elevarse y la nieve a derretirse, dejando ver cada vez más un pasto verde en el suelo y una vegetación algo abundante alrededor.
-¿Crees que esto tiene algo de sentido? –Pregunté desconcertado.
-¿Crees que algo de lo que veamos lo tendrá? –Respondió mi camarada con la misma expresión.
Unos dos días después, el digámosle “bosque” en el que estábamos era ahora un árido desierto. Sentía que se me derretía la cara, la cabeza me ardía y mi paso disminuía cada vez más, de igual manera afectaba a mi compañero. Ahora pasábamos más tiempo en silencio, incluso el hecho de tirar palabras nos fatigaba. No aguantaba el momento de que apareciera ese oasis como siempre pasa en las películas. Decidimos detenernos a descansar un rato.
-Ohh que débil te ves, gran semidios.
Rayos, ahora me había vuelto loco, escuchaba una voz sarcástica en mi cabeza que se burlaba de mi, esto era lo único que me faltaba. No podía decir si era una voz femenina o masculina, pero era rara e incómoda, aún peor que la de Insignio. Mejor será la ignorarla.
-No trates de evitarme Cedric, ya varios de mis hermanos se comunicaron con su guerrero elegido. Contigo me he demorado un poco más con todo ese lio de “Raiden no es mi padre”.
-Paraíso… asique a mi me toco el amuleto pedante.
-Hey, un poco de respeto ehh. Te he ayudado como no tienes idea, bueno si la tienes. Y lo mejor de todo, apenas estamos en el segundo cielo. Según más nos acerquemos al paraíso, más poder recibiré.
-¿Recibirás?
-Ok ok… recibiremos.
-Pero bueno, solo pasaba a… saludar. No me uses tanto, yo también me canso.
-¿HEY, ESO ES TODO? ¿LLEGAS, TE BURLAS Y TE VAS?
-¡¡Mierda, callate!! –Blestang agarró un puñado de arena del suelo y me lo lanzo en la espalda.
-Yo, creo… Creo que estoy alucinando. Debe ser el calor.
-Tranquilo, te entiendo, solo no vuelvas a gritar… No queremos atraer ninguna alma en pena en estos momentos.
Caminamos unas… no lo sé, ya el tiempo se había convertido en algo sin importancia. El punto es que la temperatura se había empezado a regularizar. Y mientras esto ocurría…
-¡Cuidado! –Empujé a mi camarada al suelo, rescatándolo de un proyectil azul y veloz que pasó a su lado.
-¿De dónde diablos salió eso?
-¡Hey Cedric!
Por detrás algo me agarro del cuello, no tenía fuerzas para luchar, usé casi toda las que me quedaban usando muy poca electricidad para zafar su mano de mi e impulsar a quien me sujetaba tumbándolo al suelo. La persona se agarro de mi buzo, jalándome también y de esta manera caí encima de…
-¿Freeze?...
Pasaron unos incómodos 30 segundos y luego no sé porque, pero los tres protagonistas de esta escena tan extraña empezamos a reír a carcajadas ante lo ocurrido. Me levanté del suelo y luego ayude a mi compañera a hacer lo mismo. Blestang se acercó a nosotros. Sin pensarlo dos veces, la chica nos dio un abrazo muy fuerte a los dos, como por impulso. Se separó lentamente algo sonrojada y por un momento observe que sus ojos se humedecieron. Los tres no podíamos quitar esa enorme sonrisa de nuestros rostros, por fin encontramos a alguien.
-¡¿Dónde diablos estuvieron todo este tiempo?! –Dijo golpeándonos cariñosamente el pecho. -Solo escuché un grito, pero jamás pensé que fueran ustedes. -Blest me miró en ese momento. Yo le mostré el dedo del centro y él rió.
-Tranquila, estamos aquí ahora. –Respondí con una media sonrisa, colocando mi mano en su hombro.
-¿Y has estado sola aquí todo este tiempo? –Preguntó Blest a nuestra compañera.
-Pues…
Antes de que nuestra amiga pudiera responder, un joven con un aspecto algo… ¿punk? se acercó corriendo y exclamado:
-Freeze no encontré nada… -Nos observo atentamente. - Ya veo que tu sí. –parándose en seco.
Yo no lo conocía, pero por la expresión del enano, noté que él sí.
-Vamos Blest, tú querías ir por uno, yo por otro. Era la forma más imparcial de escogerlo.
-Hmm… quizás tengas razón.
Era un lugar extraño en el que nos veíamos parados, no más raro que el lugar en el que nos encontrábamos antes, simplemente extraño a su manera. Tan pronto cruzamos el portal aparecimos en este espacio gélido y vacío. Totalmente escaso de fauna o flora, no había ni un alma (literalmente, por ahora). Una brisa glacial rompía en nuestras caras, haciendo que entrecerráramos nuestros ojos y habláramos casi gritando debido al fuerte sonido del viento.
Caminamos por horas con los brazos cruzados por el frío, tratando de ocultar nuestras pisadas sobre la blanda nieve en caso de que hubiese algún enemigo cerca.
Mientras vagábamos, como siempre pasábamos el tiempo charlando de cualquier cosa, ya nos habíamos convertido en buenos amigos y pues casi uno se sabía la vida del otro. Las bajas temperaturas no fueron tanto problema para nosotros, Blestang tenía el amuleto del fuego y por mi parte ya estaba acostumbrado a cualquier tipo de clima debido a mis poderes.
-Si estuviéramos en un lugar normal, hace tiempo hubiera acabado con esta maldita tormenta. –Dije sintiéndome algo inútil.
-Ya lo dijo Uriel, y yo a ti mil veces, que el clima de aquí es diferente.
-Yo sé, pero no lo hace menos frustrante. Además me gustaría saber qué rayos es “aquí”. Estoy empezando a pensar que escogimos el portal equivocado.
-No lo creo… Por ahora podemos confirmar que es una de las tres zonas en decadencia, de eso no hay duda. Y tomando en cuenta que estuvimos ya en el Earthrealm, pues solo quedarían Edenia y Orderrealm como opciones. Pero analizando el estado en que…
-Ayy ya cállate enano, me perdí después de “No lo creo”… -Nos reímos un poco, pero era la verdad, el cansancio no me dejaba ni pensar bien.
Poco a poco que íbamos progresando en el camino, la temperatura empezó a elevarse y la nieve a derretirse, dejando ver cada vez más un pasto verde en el suelo y una vegetación algo abundante alrededor.
-¿Crees que esto tiene algo de sentido? –Pregunté desconcertado.
-¿Crees que algo de lo que veamos lo tendrá? –Respondió mi camarada con la misma expresión.
Unos dos días después, el digámosle “bosque” en el que estábamos era ahora un árido desierto. Sentía que se me derretía la cara, la cabeza me ardía y mi paso disminuía cada vez más, de igual manera afectaba a mi compañero. Ahora pasábamos más tiempo en silencio, incluso el hecho de tirar palabras nos fatigaba. No aguantaba el momento de que apareciera ese oasis como siempre pasa en las películas. Decidimos detenernos a descansar un rato.
-Ohh que débil te ves, gran semidios.
Rayos, ahora me había vuelto loco, escuchaba una voz sarcástica en mi cabeza que se burlaba de mi, esto era lo único que me faltaba. No podía decir si era una voz femenina o masculina, pero era rara e incómoda, aún peor que la de Insignio. Mejor será la ignorarla.
-No trates de evitarme Cedric, ya varios de mis hermanos se comunicaron con su guerrero elegido. Contigo me he demorado un poco más con todo ese lio de “Raiden no es mi padre”.
-Paraíso… asique a mi me toco el amuleto pedante.
-Hey, un poco de respeto ehh. Te he ayudado como no tienes idea, bueno si la tienes. Y lo mejor de todo, apenas estamos en el segundo cielo. Según más nos acerquemos al paraíso, más poder recibiré.
-¿Recibirás?
-Ok ok… recibiremos.
-Pero bueno, solo pasaba a… saludar. No me uses tanto, yo también me canso.
-¿HEY, ESO ES TODO? ¿LLEGAS, TE BURLAS Y TE VAS?
-¡¡Mierda, callate!! –Blestang agarró un puñado de arena del suelo y me lo lanzo en la espalda.
-Yo, creo… Creo que estoy alucinando. Debe ser el calor.
-Tranquilo, te entiendo, solo no vuelvas a gritar… No queremos atraer ninguna alma en pena en estos momentos.
Caminamos unas… no lo sé, ya el tiempo se había convertido en algo sin importancia. El punto es que la temperatura se había empezado a regularizar. Y mientras esto ocurría…
-¡Cuidado! –Empujé a mi camarada al suelo, rescatándolo de un proyectil azul y veloz que pasó a su lado.
-¿De dónde diablos salió eso?
-¡Hey Cedric!
Por detrás algo me agarro del cuello, no tenía fuerzas para luchar, usé casi toda las que me quedaban usando muy poca electricidad para zafar su mano de mi e impulsar a quien me sujetaba tumbándolo al suelo. La persona se agarro de mi buzo, jalándome también y de esta manera caí encima de…
-¿Freeze?...
Pasaron unos incómodos 30 segundos y luego no sé porque, pero los tres protagonistas de esta escena tan extraña empezamos a reír a carcajadas ante lo ocurrido. Me levanté del suelo y luego ayude a mi compañera a hacer lo mismo. Blestang se acercó a nosotros. Sin pensarlo dos veces, la chica nos dio un abrazo muy fuerte a los dos, como por impulso. Se separó lentamente algo sonrojada y por un momento observe que sus ojos se humedecieron. Los tres no podíamos quitar esa enorme sonrisa de nuestros rostros, por fin encontramos a alguien.
-¡¿Dónde diablos estuvieron todo este tiempo?! –Dijo golpeándonos cariñosamente el pecho. -Solo escuché un grito, pero jamás pensé que fueran ustedes. -Blest me miró en ese momento. Yo le mostré el dedo del centro y él rió.
-Tranquila, estamos aquí ahora. –Respondí con una media sonrisa, colocando mi mano en su hombro.
-¿Y has estado sola aquí todo este tiempo? –Preguntó Blest a nuestra compañera.
-Pues…
Antes de que nuestra amiga pudiera responder, un joven con un aspecto algo… ¿punk? se acercó corriendo y exclamado:
-Freeze no encontré nada… -Nos observo atentamente. - Ya veo que tu sí. –parándose en seco.
Yo no lo conocía, pero por la expresión del enano, noté que él sí.
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The ST. Jimmy
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Badboy sos un idolo, un maldito idolo. Me encanto este capitulo, fue, fue, fue genial. Me encanta como boludean Cedric y Blestang (Cedric ahora es griton, voy tomando nota) y me parece muy divertida, y a la vez muy realista la forma en la que haces que se relacionen los personajes. No se, cuando lo leo en serio siento una conexion entre ellos.
Me rei a mas no poder encima. Ahora ya nos encontramos con Freeze y Leon! Vamos kamaradas!
Me rei a mas no poder encima. Ahora ya nos encontramos con Freeze y Leon! Vamos kamaradas!
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Lord Raiden
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PEEEEEEEEEEERRRRDOOOOOOOONNNNNNN!!!!!!!!!! Tuve muuuuuuuuuuuuuuuuchos inconvenientes para poder dedicarle tiempo a mis placeres como es el de escribir. Pero aquí va:
-Veamos, Blestang, ¿no es así?- Dije mientras miraba al Monje.
-Así es León… pero… ¿donde está Titán?- Me pregunto intrigado.
-Es una historia larga- Dije mientras me llevaba las manos a la cintura, y cerraba los ojos – Solo digamos que le presté algo de mis poderes a Titán para que pueda hacerse corpóreo en este mundo, y esté con ustedes un poco más de tiempo. Pero ya era momento de que regresase yo mismo. No lo tomen a mal, realmente lo hice por ustedes.-
-No entiendo mucho, pero si Titán sigue muerto… tu qué rayos haces aquí!!!?? La última vez que te vi, te recordaba algo más…. Metálico…- Me decía el monje mientras observaba mi cuerpo, que otra vez era de carne y hueso.
-Otra de mis habilidades, pequeño Blestang- Dije
-¡¡¡A quién diablos llamas peque…!!!-
-Verás, enano, tengo la habilidad de regenerarme mientras pueda consumir almas. El “quiebre” del infierno liberó muchas de ellas. Así que las tome “prestadas” sin que ustedes lo noten, en el momento que cambiábamos de plano, para que mi cuerpo vuelva lleno de vitalidad. Solo que en medio del proceso encontré el alma de Titán, muy inquieta, peleando para no quedarse en el infierno destruido. Entonces, le di mi cuerpo, mientras mi propia alma se quedaba en la dimensión astral. Estuve meditando, adquiriendo nuevos conocimientos, y esperando… el momento justo para cuando Titán tuviera que irse. Y ese momento fue hace muy poco, ¿no es así preciosa?- Dije mientras le guiñaba un ojo a Freeze.
-No me llames preciosa- Me respondió de manera cortante.
-Lo siento, no puedo negar la realidad-Dije sonriendo, y noté un leve rubor en la gélida piel de mi compañera, que enmudeció ante mis palabras.- En fin aquí estoy de nuevo. Así que… este es el “segundo cielo”, - Acoté mirando para mis alrededores.
-Así es… ¿pero tú como lo sabes?- Me dijo el sujeto que se encontraba al lado de Blestang.
-¿Y tú eres?-
-Mi nombre es Cedric, soy un…-
-Semidios- Dije completando sus palabras.- Lo sé, lo veo en tu alma. De hecho, veo mucho de Raiden en ti. En fin, en el mundo de la hechicería debemos estar al tanto de varias cosas Cedric, una de ellas son los planos de los cielos. En este, en particular, el clima es un verdadero Caos. Pero debe serlo, pues así mantenemos el equilibrio en el reino de los vivos. Cambiando de tema, somos cuatro… ¿dónde está el resto?-
-No lo sabemos. En este cielo nos hemos separado- Me respondió el monje.
- Ya lo veo… eh!? ¿Qué es esto? ¿Un brazalete? Pero además siento une extraño poder dentro de él.-
-Así es, Fujín nos lo dio, dijo que podrían ser de gran ayuda- Me contaba Freeze mientras observaba el suyo- Y de hecho, lo fueron…-
- Esperen… alguien se está acercando- Reparó el monje
De inmediato todos nos pusimos en guardia en dirección, hacia donde Blestang apuntaba. Un leve silencio fue interrumpido por pausados pasos en la arena. Lentos pero constantes esos pasos parecían acercarse hacia nosotros, que esperábamos inmóviles a que el viento lleno de polvillo deje ver su origen. De pronto, los pasos cesaron, seguido de un largo silencio.
-¿Quiénes son ustedes?- Preguntó una vos gruesa pero pacífica, a la lejanía. Todavía no podíamos ver de dónde provenía.
-La pregunta es, ¿Quién eres tú?- Respondí, inquieto.
De pronto el viento cesó su cauce. El polvillo y la arena dejaron de elevarse, para caer precipitadamente al suelo, y entonces pudimos ver quien se acercaba.
Era una espectacular criatura, de forma humana, solo que con 4 brazos. Parecía medir más de 3 metros de altura. Su tono de piel era azul, y sus ojos de un amarillo atigrado, brillaban haciendo juego con el firmamento del desierto. Sus ropas contaban de un collar de de dijes de oro, con forma de bastoncitos, aros de oro adornando sus muñecas y sus tobillos, un taparrabos azul muy bien confeccionado con flecos color pardo y un casco que dejaba ver su cara al descubierto, mas solo tapaba desde sus oídos, la nuca y la calota. En su cara, un punto rojo sobresaltaba en medio de la frente, pareciendo simular a un tercer ojo.
El ser se seguía acercando cada vez más, con enormes pasos muy calmos.
-¿Quién eres TÚ?-Volví a insistir.
-Mi nombre es Visnú. Yo y mis hermanos Brahamá y Sivá, protegemos el orden del segundo cielo. Ninguna criatura, además de nosotros, puede interferir en este paraíso de transición para las almas del cielo. Fuimos creados como hermanos, por los dioses ancianos y solo nosotros conocemos el verdadero poder de este hermoso lugar. Ahora, respondan por favor, ¿Quiénes son ustedes?-
Visnú se detuvo a solo unos metros de nosotros, haciendo sombra por encima nuestro.
-Mi nombre es Cedric. Yo y mis compañeros no queremos alterar el lugar. Uriel nos encomendó la misión de encontrar al responsable de quien este corrompiendo este lugar. Pero hemos sufrido varias situaciones desde entonces. Nos hemos separado y…-
-No han entendido la pregunta. ¿Quiénes son ustedes?-
-Ya te lo ha dicho mi compañero- Dijo irritada Freeze- Nosotros somos…-
-Jajaja… no entienden la pregunta- Visnú acercó su enorme cabeza hacia nosotros- ¿Quiénes… son… USTEDES?- De pronto, de los ojos de Visnú comenzó a emanar una luz blanca radiante, realmente muy fuerte, que había segado a mis compañeros por completo, y a mí con ellos.
-¡¡¡No miren a Visnú!!! El nos hará...- Intenté advertir a mis compañeros, pero ya era demasiado tarde, todos caímos en inconciencia al unísono.
Pasaron varios minutos, pero de a poco todos nos fuimos despertando.
-O dios… ya lo hizo…- Dije desganado mientras me despertaba.
-Que… que paso…- Decía Freeze mientras habría los ojos de a poco- Qué es esto incómodo que tengo entre las piernas… que está… pasando.-
-¡Blestang donde estas! No te encuentro por ningún lado- Decía Cedric agarrándose la cabeza, y tratando de entrever con los ojos semicerrados por el desmayo.
De pronto comenzó a llover, primero una suave brisa, pero al poco tiempo grandes e innumerables gotas caían con furia sobre el suelo. El decierto se había convertido en un oasis infinito.
-¡¡¡HO DIOS MIO!!!- Dijo Blestang con gran asombro mientras, observaba su reflejo en un charco formado en una pequeña depresión de arena-
-Ahí estas- Respondió Cedric mientras se acercaba a Blestang, despació todavía con dificultad para fijar la vista en algo- Por haces tanto escándalo enano, que es lo que… ¡¡¡HO DIOS MIO!!!- Repitió Cedric.
- ¿Chicos, la luz nos ha segado, recién estoy recuperando la vista, me puede decir de que se asombran?- Preguntó inocente Freeze.
-Freeze… mira el charco, mira… tú…. Tú reflejo- Le respndió tartamudeando Blestang. Freeze, tardó un poco en acercarse y en hacer foco sobre el agua, pero…- ¡¡¡NO PUEDE SER!!!, ¡¡¡Que nos ha pasado!!!-
-Así es amigos- Dije yo sentado desde mi lugar en la arena húmeda, Visnú no ha jugado una mala broma. Él no ha cambiado de cuerpo… -Dije mientras observaba atónito los que ahora son mis exuberantes pechos, pero los que momentos antes habían sido los de Freeze.
-Eso quiere decir enano que tú…- Decía Cedric.
-… que yo…Ya no soy el “enano”…- Completaba Blestang desde el cuerpo de Cedric.
-¿Cómo podemos arreglar esto?- Dijo intranquila Freeze, que trataba de acostumbrarse a mi altura.
-Solo hay una solución- Dije compartiendo mis conocimientos a mis amigos- Se dice que los que Visnú rompe, Sivá lo arregla. Así que tenemos que ir en busca del otro hermano-
- ¿Pero hacia dónde vamos?-
-Yo… no lo sé- Respondí mirando hacia el horizonte…
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Se finí
-Veamos, Blestang, ¿no es así?- Dije mientras miraba al Monje.
-Así es León… pero… ¿donde está Titán?- Me pregunto intrigado.
-Es una historia larga- Dije mientras me llevaba las manos a la cintura, y cerraba los ojos – Solo digamos que le presté algo de mis poderes a Titán para que pueda hacerse corpóreo en este mundo, y esté con ustedes un poco más de tiempo. Pero ya era momento de que regresase yo mismo. No lo tomen a mal, realmente lo hice por ustedes.-
-No entiendo mucho, pero si Titán sigue muerto… tu qué rayos haces aquí!!!?? La última vez que te vi, te recordaba algo más…. Metálico…- Me decía el monje mientras observaba mi cuerpo, que otra vez era de carne y hueso.
-Otra de mis habilidades, pequeño Blestang- Dije
-¡¡¡A quién diablos llamas peque…!!!-
-Verás, enano, tengo la habilidad de regenerarme mientras pueda consumir almas. El “quiebre” del infierno liberó muchas de ellas. Así que las tome “prestadas” sin que ustedes lo noten, en el momento que cambiábamos de plano, para que mi cuerpo vuelva lleno de vitalidad. Solo que en medio del proceso encontré el alma de Titán, muy inquieta, peleando para no quedarse en el infierno destruido. Entonces, le di mi cuerpo, mientras mi propia alma se quedaba en la dimensión astral. Estuve meditando, adquiriendo nuevos conocimientos, y esperando… el momento justo para cuando Titán tuviera que irse. Y ese momento fue hace muy poco, ¿no es así preciosa?- Dije mientras le guiñaba un ojo a Freeze.
-No me llames preciosa- Me respondió de manera cortante.
-Lo siento, no puedo negar la realidad-Dije sonriendo, y noté un leve rubor en la gélida piel de mi compañera, que enmudeció ante mis palabras.- En fin aquí estoy de nuevo. Así que… este es el “segundo cielo”, - Acoté mirando para mis alrededores.
-Así es… ¿pero tú como lo sabes?- Me dijo el sujeto que se encontraba al lado de Blestang.
-¿Y tú eres?-
-Mi nombre es Cedric, soy un…-
-Semidios- Dije completando sus palabras.- Lo sé, lo veo en tu alma. De hecho, veo mucho de Raiden en ti. En fin, en el mundo de la hechicería debemos estar al tanto de varias cosas Cedric, una de ellas son los planos de los cielos. En este, en particular, el clima es un verdadero Caos. Pero debe serlo, pues así mantenemos el equilibrio en el reino de los vivos. Cambiando de tema, somos cuatro… ¿dónde está el resto?-
-No lo sabemos. En este cielo nos hemos separado- Me respondió el monje.
- Ya lo veo… eh!? ¿Qué es esto? ¿Un brazalete? Pero además siento une extraño poder dentro de él.-
-Así es, Fujín nos lo dio, dijo que podrían ser de gran ayuda- Me contaba Freeze mientras observaba el suyo- Y de hecho, lo fueron…-
- Esperen… alguien se está acercando- Reparó el monje
De inmediato todos nos pusimos en guardia en dirección, hacia donde Blestang apuntaba. Un leve silencio fue interrumpido por pausados pasos en la arena. Lentos pero constantes esos pasos parecían acercarse hacia nosotros, que esperábamos inmóviles a que el viento lleno de polvillo deje ver su origen. De pronto, los pasos cesaron, seguido de un largo silencio.
-¿Quiénes son ustedes?- Preguntó una vos gruesa pero pacífica, a la lejanía. Todavía no podíamos ver de dónde provenía.
-La pregunta es, ¿Quién eres tú?- Respondí, inquieto.
De pronto el viento cesó su cauce. El polvillo y la arena dejaron de elevarse, para caer precipitadamente al suelo, y entonces pudimos ver quien se acercaba.
Era una espectacular criatura, de forma humana, solo que con 4 brazos. Parecía medir más de 3 metros de altura. Su tono de piel era azul, y sus ojos de un amarillo atigrado, brillaban haciendo juego con el firmamento del desierto. Sus ropas contaban de un collar de de dijes de oro, con forma de bastoncitos, aros de oro adornando sus muñecas y sus tobillos, un taparrabos azul muy bien confeccionado con flecos color pardo y un casco que dejaba ver su cara al descubierto, mas solo tapaba desde sus oídos, la nuca y la calota. En su cara, un punto rojo sobresaltaba en medio de la frente, pareciendo simular a un tercer ojo.
El ser se seguía acercando cada vez más, con enormes pasos muy calmos.
-¿Quién eres TÚ?-Volví a insistir.
-Mi nombre es Visnú. Yo y mis hermanos Brahamá y Sivá, protegemos el orden del segundo cielo. Ninguna criatura, además de nosotros, puede interferir en este paraíso de transición para las almas del cielo. Fuimos creados como hermanos, por los dioses ancianos y solo nosotros conocemos el verdadero poder de este hermoso lugar. Ahora, respondan por favor, ¿Quiénes son ustedes?-
Visnú se detuvo a solo unos metros de nosotros, haciendo sombra por encima nuestro.
-Mi nombre es Cedric. Yo y mis compañeros no queremos alterar el lugar. Uriel nos encomendó la misión de encontrar al responsable de quien este corrompiendo este lugar. Pero hemos sufrido varias situaciones desde entonces. Nos hemos separado y…-
-No han entendido la pregunta. ¿Quiénes son ustedes?-
-Ya te lo ha dicho mi compañero- Dijo irritada Freeze- Nosotros somos…-
-Jajaja… no entienden la pregunta- Visnú acercó su enorme cabeza hacia nosotros- ¿Quiénes… son… USTEDES?- De pronto, de los ojos de Visnú comenzó a emanar una luz blanca radiante, realmente muy fuerte, que había segado a mis compañeros por completo, y a mí con ellos.
-¡¡¡No miren a Visnú!!! El nos hará...- Intenté advertir a mis compañeros, pero ya era demasiado tarde, todos caímos en inconciencia al unísono.
Pasaron varios minutos, pero de a poco todos nos fuimos despertando.
-O dios… ya lo hizo…- Dije desganado mientras me despertaba.
-Que… que paso…- Decía Freeze mientras habría los ojos de a poco- Qué es esto incómodo que tengo entre las piernas… que está… pasando.-
-¡Blestang donde estas! No te encuentro por ningún lado- Decía Cedric agarrándose la cabeza, y tratando de entrever con los ojos semicerrados por el desmayo.
De pronto comenzó a llover, primero una suave brisa, pero al poco tiempo grandes e innumerables gotas caían con furia sobre el suelo. El decierto se había convertido en un oasis infinito.
-¡¡¡HO DIOS MIO!!!- Dijo Blestang con gran asombro mientras, observaba su reflejo en un charco formado en una pequeña depresión de arena-
-Ahí estas- Respondió Cedric mientras se acercaba a Blestang, despació todavía con dificultad para fijar la vista en algo- Por haces tanto escándalo enano, que es lo que… ¡¡¡HO DIOS MIO!!!- Repitió Cedric.
- ¿Chicos, la luz nos ha segado, recién estoy recuperando la vista, me puede decir de que se asombran?- Preguntó inocente Freeze.
-Freeze… mira el charco, mira… tú…. Tú reflejo- Le respndió tartamudeando Blestang. Freeze, tardó un poco en acercarse y en hacer foco sobre el agua, pero…- ¡¡¡NO PUEDE SER!!!, ¡¡¡Que nos ha pasado!!!-
-Así es amigos- Dije yo sentado desde mi lugar en la arena húmeda, Visnú no ha jugado una mala broma. Él no ha cambiado de cuerpo… -Dije mientras observaba atónito los que ahora son mis exuberantes pechos, pero los que momentos antes habían sido los de Freeze.
-Eso quiere decir enano que tú…- Decía Cedric.
-… que yo…Ya no soy el “enano”…- Completaba Blestang desde el cuerpo de Cedric.
-¿Cómo podemos arreglar esto?- Dijo intranquila Freeze, que trataba de acostumbrarse a mi altura.
-Solo hay una solución- Dije compartiendo mis conocimientos a mis amigos- Se dice que los que Visnú rompe, Sivá lo arregla. Así que tenemos que ir en busca del otro hermano-
- ¿Pero hacia dónde vamos?-
-Yo… no lo sé- Respondí mirando hacia el horizonte…
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Se finí
"El Trueno te Tomará"
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The ST. Jimmy
- Lin Kuei
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EN-TU-CARA PETER!!! ¿AHORA QUIEN ES EL ENANO? XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Jajajaja, me dio mucha risa este capitulo. Aunque cuando Freeze dijo "¿que es esto incomodo que tengo entre las piernas?" me imagine alta situacion echii xD
Hmmmm, ahora soy el badboy o.O Me pregunto que se sentira decirte ENANO, Peter. Como voy a disfrutar los siguientes capitulos jajjaa
Jajajaja, me dio mucha risa este capitulo. Aunque cuando Freeze dijo "¿que es esto incomodo que tengo entre las piernas?" me imagine alta situacion echii xD
Hmmmm, ahora soy el badboy o.O Me pregunto que se sentira decirte ENANO, Peter. Como voy a disfrutar los siguientes capitulos jajjaa